Eugenio
María de Hostos
Siendo
de origen puertorriqueño, Eugenio María de Hostos, a quien también
se le llamó el Ciudadano de América, contribuyó grandemente en la
educación dominicana.
El
insigne educador, fundó en el país la Escuela Normal Preparatoria
en el año 1880, dando origen a las Escuelas Normales en la República
Dominicana. Además del área pedagógica se destacó como político,
sociólogo, moralista y escritor.
Nació
el 11 de enero de 1839 en Mayagüez, Puerto Rico, profesando un gran
amor y apego a la República Dominicana, a tal punto que murió en
Santo Domingo a la edad de 64 años.
Los
padres de Hostos fueron Eugenio de Hostos y Rodríguez y doña
Hilaria de Bonilla y Cintrón. Fue Bautizado el 12 de abril del mismo
año en que nació en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la
Candelaria, en la mencionada ciudad.
Eugenio
María de Hostos cursó sus estudios primarios en el Liceo de San
Juan de Puerto Rico y los secundarios los realizó en España
(Bilbao), posteriormente realizó estudios en la Facultad de Derecho
de Madrid.
Viajó
a París, desde donde pasó a la ciudad de Nueva York, aquí luchó
por la Independencia Cubana, fundó el periódico "La
revolución" con el fin de lograr la liberación de Cuba.
A
partir de 1871 comenzó a recorrer América del Sur (Colombia, Perú,
Chile, Argentina y Brasil), defendiendo su ideario antillano en
defensa de la libertad de sus pueblos.
En
Chile profundizó sus ideas educativas y en la instrucción de la
mujer; aquí publicó el Juicio crítico de Hamlet. Fue miembro de la
Academia de Bellas Letras de Santiago.
En
Argentina propició la construcción del ferrocarril trasandino. La
primera locomotora que cruzó los Andes. Fue llamada Hostos en su
honor. En esta nación publicó artículos en el Diario "La
Nación". En Brasil se dedicó a escribir sobre la exuberancia
de la naturaleza.
En
1874 dirigió con el escritor cubano Enrique Piñeyro la América
Ilustrada. En este año regresó a Nueva York.
En
1875 regresó a las Antillas, radicándose en la República
Dominicana, país que gozaba de libertad, y desde Puerto Plata y
Santo Domingo, dirigió Las Tres Antillas. El ideal de Hostos era
lograr la Confederación Antillana.
Volvió
nuevamente a Nueva York. Luego se dirigió a Caracas, y allí
contrajo matrimonio con Belinda de Ayala Quintana.
Al
concluir la guerra de Cuba, con la firma de la paz del Zanjón,
regresó a Santo Domingo, donde fue nombrado Director de la Escuela
Normal y fue profesor de Derecho y de Economía Política en el
Instituto Profesional.
En
1889 fue a Chile, donde ejerció tareas docentes, fue Director del
Liceo de Chillán y del Liceo Amunástegui de Santiago. En este país
realizó varias publicaciones y estudios pedagógicos, literarios y
políticos.
Al
estallar en 1898 nuevamente la guerra en Cuba, regresó a Puerto Rico
para luchar por la libertad, pero la falta de esta en su país, hizo
que en 1900 se radicara una vez más en Santo Domingo, donde fue
designado Director General de Enseñanza Normal.
Sobre
Hostos, don Pedro Henríquez Ureña dijo: "Vivió en los tiempos
duros en que florecían los apóstoles genuinos en nuestra América".
Entre
las obras de Eugenio María de Hostos se pueden citar:
Biografía
Crítica de Plácido; La novela de la vida; La tela de Araña; La
peregrinación de Bayoán (1863); Poesías y Comedias; Plácido
(Ensayo); Comedias (1886); Crítica Literaria; Ensayo crítico de
Hamlet; Meditando; Lecciones de Derecho Constitucional y Moral
Social.
Otras
obras son: Tratados de Lógica, Ciencia de la Pedagogía y Geografía
Evolutiva; Los frutos de la Normal; Proyecto de Ley de Enseñanza
Pública (Santo Domingo); Programa Oficial para las Escuelas de la
República (República Dominicana); Reseña Histórica de Puerto Rico
(Ensayo); Mensaje a Colombia (Ensayo); Discursos pronunciados en la
primera investidura de alumnas del Instituto de Señoritas (1887).
La
obra de Hostos ha sido recogida en veinte volúmenes por el gobierno
de Puerto Rico en una edición de sus obras completas (1940).
Hostos
falleció en Santo Domingo el 11 de agosto del año 1903.
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